Arroz con leche

    Esta es mi primer postre en el blog, he querido que sea esta receta por tantos recuerdos que me trae a la hora de prepararlo. 

    El olor del limón mezclado con la canela, y esa medida extraordinaria de dulzor, que no era otra cosa que el cariño que mi madre ponia cuando lo preparaba. 

   

    Poco podría imaginar mi madre sobre los orígenes de esta riquísima preparación. Es originaria de Asia, luego se expandió por Europa y África y allá por el siglo XV llegó a América. Aunque la base es la misma en todos los países que es leche, arroz y azúcar, en Perú se aromatiza con clavo de olor, en los países nórdicos con vainilla, en España con limón, en Italia con naranja y cardamomo en la India. Alemania le agrega manzana, Almendras y cerezas en Noruega y caramelo en Francia, pero de todo esto mi madre era ajena, ella nos lo hacía por que sabia que nos gustaba.

    Dicho todo esto, anotamos los ingredientes y nos ponemos a cocinar.

    Ingredientes para 4 personas.

• 750 ml de leche entera.
• 500 ml de agua
• 8 cucharadas de arroz redondo
• 7 cucharadas de azúcar. 
• la piel de un limón, solo la parte amarilla
• 1 palo de canela
• canela en polvo para decorar
• una pizca de sal

    Preparación

  

    En una cacerola ponemos la leche, el azúcar, el palo de canela y la piel del limón, la pizca de sal y la llevamos a ebullición, una vez rompa a hervir, apartamos, tapamos y dejamos infusionar. En otra cacerola ponemos el agua a hervir, cuando esté hirviendo añadimos el arroz y dejamos cocer durante 6 minutos, pasado este tiempo colamos el arroz y lo incorporamos en la cacerola de la leche que previamente habremos colado y puesto nuevamente a hervir. Lo tendremos cociendo durante 15 minutos mas y apartamos.

      Dispondremos nuestro arroz en cuencos individuales o en una fuente honda y lo decoramos con canela molida y lo serviremos frío, a temperatura ambiente, caliente o como mas nos guste, sea como sea, esta de vicio.

    Esta es una receta llena de tradición y de recuerdos de antaño, recetas de nuestras abuelas, de nuestras madres, recetas que no hay que dejar caer en el olvido. 

    Hasta la próxima, espero que os guste.  

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